Hoy sólo hago toma de contacto con el blog, pero iré contando poco a poco las novedades de forma más amplia. Informo de que la operación fue muy bien y que ya está de vuelta a casa, ya le han quitado la mitad de los puntos y esta semana, supongo, que le quitarán la otra mitad. Por lo analizado en el quirófano, han dicho los médicos que no es malo, ¡yuju!.
Después de una semana de idas y venidas al hospital, el retorno a los autobuses urbanos, ¡hacía tiempo que no me montaba en uno!, y madre mía con la linea 6, es la que va hasta el hospital Río Hortega y hace una ruta turística de lo más interesante. Recuperé el portátil y a los dos días se cayó de la cama y no encendía. Lo llevé a reparar y me dijeron que tenía pinta de que se hubiese roto el disco duro, oh oh...
Así que sin ordenador y recuperando el hábito de la lectura, por fin terminé El evangelio según Jesucristo de José Saramago, ¡aleluya!, me dieron la noticia de que me iban a contratar durante un mes y que necesitaba ordenador propio. ¡Ups!, no problem. Cogí el ordenador grande, el de sobremesa y me lo llevé. En el trabajo no está operativo y en casa me quedé sin ordenadores. Desconectada, ¿yooo?, casi, bendito ipdad, por lo menos podía mirar el correo y estar más o menos al día.
Hace unas horas llamé a la tienda donde estaba el portátil y me han dicho que no tenía nada, que arrancaba bien y no se veía ningún problema; así que he ido a recogerlo más contenta que unas pascuas, sin haberme gastado un euro y sabiendo que lo que me paguen este mes que trabaje lo podré ahorrar en vez de tener que comprarme un ordenador nuevo. Además de recuperar mis fotos, documentos, etc.
No sabéis cómo me he alegrado cuando el ordenador me ha dado la bienvenida...
Enhorabuena..., y por lo del ordenador también.
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