jueves, 20 de mayo de 2010

Dificil situación

Imagina que estás en un desierto con unas condiciones extremas. Estás con tu pareja y cuatro hijos biológicos.

El hijo nº 1 es muy fuerte, con iniciativa, grandes iniciativas, valiente.

El hijo nº 2 es fuerte, estable, equilibrado.

El hijo nº 3 es algo débil, dubitativo, un poco perezoso.

El hijo nº 4 es muy débil, está enfermo.

Para llegar a vuestro destino hay 12 días de camino, pero sólo teneís agua para 10 días si dividis el agua en 6 raciones. Lo que más deseas es llegar al otro lado, atravesar lo antes posible el desierto y en las mejores condiciones posibles. Pero si lo haceis todos es prácticamente imposible.

¿A quién abandonarías?


Pensemos en la época de Napoleón, con todas sus tropas. Si una de ellas estuviese formada por heridos graves, lo más probable es que para conseguir avanzar en sus conquistas, Napoleón, abandonase a su suerte a esos soldados malheridos para poder mantener el ritmo, ganar batallas y guerras.


Por el instinto de supervivencia dejaremos a los débiles fuera. Lo políticamente correcto sería cuidar a los débiles, pero a la hora de avanzar, sobrevivir, necesitamos a los más fuertes.

Ahora aplica todo este pensamiento en la situación actual de la Unión Europea. La crisis por la que estamos pasando. ¿Ocuparía Grecia el hijo enfermo?, ¿qué papel ocupa España?. ¿Es necesario abandonar a algunos paises para que la UE pueda luchar hasta ganar esta batalla de la crisis económica?.

Y tanto en nivel económico, como político, como en cualquier situación de tu vida, este planteamiento se repite en innumerables ocasiones. ¿Seremos políticamente correctos o nos basaremos en el instinto de superviviencia?

domingo, 16 de mayo de 2010

Destino o desatino

Hoy abro el post con una pregunta: ¿crees en el destino?

A mi me cuesta creer que todo está escrito, que todo lo que nos pasa está predefinido, que no somos dueños de nuestros actos. ¿Quién lo ha escrito?, ¿con qué razones?. ¿Ya está decidido quien va a sufrir una enfermedad o a quien le va a tocar la loteria?. Si es cierto no somos más que marionetas manejadas al antojo de un ente superior. Me niego a creer eso, porque entonces... no pienso hacer nada ni tomar decisiones, total, lo que llegue será lo que tenga que llegar.

Supuesto 1: vas a hacer un exámen, ¿estudias?, si el destino está escrito... desde antes ya está decidido si apruebas o no, entonces ¿para qué esforzarse si a lo mejor nunca aprobarás o por el contrario sin dar palo al agua lo haces?.

Supuesto 2: tienes que buscar un trabajo, si se supone que ya está escrito a qué te vas a dedicar profesionalmente, ¿para que mandar CV?, ya llegará el trabajo que te toca.

Supuesto 3: si voy al supermercado y al pasar por delante de las patatas fritas cojo una bolsa, ¿el destino sabía que tendría ese antojo?

La verdad, es que no hay que ser extremistas. Ni creer ciegamente en el destino ni negar su existencia. Nuestros actos conllevan unas repercusiones, en la vida aparecen casualidades que muchos tachan de destino, quizás sean meras coincidencias...

Y ahora, ¿qué camino escojo?

martes, 4 de mayo de 2010

Me gusta la fotografía

Click, click, click... la vida a través de un objetivo. No son sólo recuerdos, forma parte de tu vida, de tu visión del mundo. Sale de dentro, alguna musa te inspira y click.

Te dan consejos, lees, aprendes... click. Un instante robado para siempre.

Pequeños rincones del alma mostrados al exterior. Cada imagen vale un mundo, una visión particular, ni llueve ni se moja, pero no es como las demás. Click.

¡¡¡Shhhhhhh!!!, el sonido de la cámara molesta en algunas ocasiones. Pero es un click, no dura ni un segundo. La cámara habla bajito, te habla al oido, te habla a la vista.

Enfoque, desenfoque, exposición, saturación, balance de blancos... mucha técnica para querer guiarme por las emociones. Un mundo mágico se crea con la unión de la sensibilidad y la teoría.

Seguiré haciendo click.