La vida es inseguridad. Cada momento nos lleva a una inseguridad cada vez más profunda. Es un juego en el que nadie sabe cuál será el siguiente paso. ¡En esto radica la belleza de la existencia!. Si fuera predecible, no valdría la pena vivir la vida; si todo fuera tal y como deseáramos que fuese y no hubiese lugar para la incertidumbre, no seríasmos seres humanos sino máquinas, ya que solo para ellas todo es seguro y cierto.
El hombre vive en libertad. La libertad necesita inseguridad e incertidumbre.
martes, 23 de septiembre de 2008
miércoles, 17 de septiembre de 2008
De concierto
El otro día estuve en el concierto de Hombres G, justo llegamos en el mejor momento, cuando empezaron las canciones conocidas. Pero el gran momento llegó en los bises, con la primera canción...
Luces apagadas... se enciende un sólo foco que ilumina a David... suenan las primeras notas y... la piel de gallina.
Estaba TEMBLANDO.
Temblando,
con los ojos cerrados
el cielo está nublado
Y a lo lejos tú.
Hablando, de lo que te ha pasado,
intentando ordenar palabras
para no hacerme tanto daño
y yo, sigo temblando.
De la mano y con mucho cuidado,
os besasteis en silencio donde no había luz;
y me hace gracia tu manera de contarlo,
como el que cuenta que ha pensado
que ha decidido
que seguimos siendo amigos
y yo, estoy temblando.
Y llorando,
habría jurado que nunca iba a llorar,
escuchando cada palabra que no quiero escuchar,
desgarrándome, suplicándote,
intentando hacerte recordar,
pero tú , sólo dices
"voy a colgar".
Luces apagadas... se enciende un sólo foco que ilumina a David... suenan las primeras notas y... la piel de gallina.
Estaba TEMBLANDO.
Temblando,
con los ojos cerrados
el cielo está nublado
Y a lo lejos tú.
Hablando, de lo que te ha pasado,
intentando ordenar palabras
para no hacerme tanto daño
y yo, sigo temblando.
De la mano y con mucho cuidado,
os besasteis en silencio donde no había luz;
y me hace gracia tu manera de contarlo,
como el que cuenta que ha pensado
que ha decidido
que seguimos siendo amigos
y yo, estoy temblando.
Y llorando,
habría jurado que nunca iba a llorar,
escuchando cada palabra que no quiero escuchar,
desgarrándome, suplicándote,
intentando hacerte recordar,
pero tú , sólo dices
"voy a colgar".
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Lo aprendido y por aprender
Hace unos días pensaba "¡cuánto me gustaría tener ahora mismo 20 años pero sabiendo lo que sé ahora!". En cierta parte lo sigo pensando, pero me gustan mis 28 años.
No tengo una crisis de edad ni nada parecido. No me siento ni jóven ni vieja. Ya puedo mirar hacia atrás y ver todo lo que he aprendido con las experiencias vividas, con los errores cometidos y con los aciertos también. Lo mejor de todo es que se que todavía me queda muchísimo por vivir y por aprender.
Hubo momentos en los que no hubiese apostado ni un céntimo a que iba a llegar al día siguiente. Quise morir. No encontraba nada por lo que luchar. Esos malditos bajones...
No soy perfecta, y no debo serlo. La autoexigencia que tengo conmigo debo de rebajarla, soy cosciente de lo que me hace daño. Eso es algo que me ha costado aprender, ahora toca llevarlo a la práctica. (Como siempre, la teoría me la se al dedillo, jajaja).
Estoy soltera y sin compromiso, no me agobia pensarlo, no busco ni desespero por tener a alguien a mi lado. Disfruto tal y como estoy. He aprendido a sonreir con lo que tengo sin idealizar lo que podría tener. No persigo tener pareja para en un futuro casarme y tener hijos. Mi idea de éxito en la vida ha cambiado sustancialmente.
Voy aprendiendo cómo es la vida y la gente, aun queda mucho por aprender. Conocer estas cosas hace que me valore más y puedo asegurar que soy alguien especial. Mi forma de ser no es perfecta, pero soy especial.
A veces encuentro el ángel que hay en mi y sonrío sin darme cuenta.
Porque me siento Amelié...
No tengo una crisis de edad ni nada parecido. No me siento ni jóven ni vieja. Ya puedo mirar hacia atrás y ver todo lo que he aprendido con las experiencias vividas, con los errores cometidos y con los aciertos también. Lo mejor de todo es que se que todavía me queda muchísimo por vivir y por aprender.
Hubo momentos en los que no hubiese apostado ni un céntimo a que iba a llegar al día siguiente. Quise morir. No encontraba nada por lo que luchar. Esos malditos bajones...
No soy perfecta, y no debo serlo. La autoexigencia que tengo conmigo debo de rebajarla, soy cosciente de lo que me hace daño. Eso es algo que me ha costado aprender, ahora toca llevarlo a la práctica. (Como siempre, la teoría me la se al dedillo, jajaja).
Estoy soltera y sin compromiso, no me agobia pensarlo, no busco ni desespero por tener a alguien a mi lado. Disfruto tal y como estoy. He aprendido a sonreir con lo que tengo sin idealizar lo que podría tener. No persigo tener pareja para en un futuro casarme y tener hijos. Mi idea de éxito en la vida ha cambiado sustancialmente.
Voy aprendiendo cómo es la vida y la gente, aun queda mucho por aprender. Conocer estas cosas hace que me valore más y puedo asegurar que soy alguien especial. Mi forma de ser no es perfecta, pero soy especial.
A veces encuentro el ángel que hay en mi y sonrío sin darme cuenta.
Porque me siento Amelié...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)