Sucede que después de muchos años vuelves a revivir en tu cabeza ciertos hechos que en el pasado te hicieron daño. Sin ser consciente y traer a propósito esos recuerdos te llegan, por hechos puntuales, comentarios o vivencias similares. En esta ocasión vuelve a mi mente y mi estómago un episodio desagradable que tuve con una persona de la que ya no soy amiga y a la que saludo por educación, pero si por mi fuese me gustaría no encontrarmele nunca.
Creo que estas repeticiones se deben a que no perdoné, intenté olvidar, quise perdonar, pero en el fondo no lo conseguí. Cuando te hacen tanto daño de forma gratuita y no obtienes la comprensión de tu grupo de amigas no es fácil de asumir y darlo por zanjado. En el fondo algo queda.
En esta ocasión lo estoy reviviendo por un reproche que recibí hace unos días y porque días después se ha hablado de aquella persona ya que una de mis amigas y él están tonteando. Me hierve la sangre y no son de celos. Son de no comprender cómo mis amigas nunca se han posicionado a mi lado.
Ponte en situación. Imagina que una persona te hace mucho, pero mucho daño. Se monta un follón enorme y se convierte en una especie de batalla entre los Montesco y los Capuleto. En ningún momento pedí a mis amigas que tomasen partido por un lado u otro, cosa que si pidió la otra persona. Mis amigas siguieron trabando amistad con este chico, como si nada hubiese pasado, hasta día de hoy. Bueno, pasando situaciones muy incómodas y con muchas lágrimas por mi parte. ¿Cómo aceptarías esa actitud?. Si a una amiga mía le hubiese pasado lo que me pasó a mi, sin pensarlo retiro la palabra a la otra persona y no me iría con él de viaje, ni tontearía con él.
Han pasado muchos años, quisiera olvidarlo, quisiera perdonarlo. Me lo he apuntado en propósitos para el año 2011, ojalá, y lo deseo con todas mis fuerzas, pueda conseguirlo. Y quizás, entonces, pueda contar lo que pasó sin llevarme un disgusto. Sin revivir todo aquello, sin volver a pasar noches sin dormir.
Ojalá me equivoque, pero mucho me temo que si como dices ya ha pasado mucho tiempo y sigues sin olvidarlo, es que no lo vas a olvidar en la vida.
ResponderEliminarDicen que el tiempo ayuda a olvidar y que cura las heridas, puede que sea cierto, pero hay ocasiones en que lo sucedido queda grabado a sangre y fuego, y aunque con el paso de los años se aprende a mirar con cierta distancia, es inevitable que en algún momento esa herida vuelva a sangrar.
Espero que pase pronto el mal trago y que sea lo que sea no nuble el comienzo de este 2011.
Un saludo.