Ya te han dado el alta, ya estás en casita, tan a gusto, tan bien, tan como siempre. Vuelve la normalidad. ¡Qué gusto!.
Ahora te veré más que estos últimos días, que te veía una horilla y me sabía a poco. Ahora podremos tener charlas en las que arreglemos el mundo.
Bienvenido a tu casa.
Reyes, siento todo lo que esta pasando con tu padre, a ver si todo sale bien. Un saludo y un abrazo.
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