sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!

Me voy de comilona, ya os contaré porque espero hacer fotos ya que este año estrenamos sitio para reunirnos las familia.


viernes, 24 de diciembre de 2010

Un día para Navidad - Nochebuena



Os deseo a todos una bonita Nochebuena, llena de magia y de sonrisas.

Mañana Navidad, llega el final de la cuenta atrás y os felicitaré a todos, así que de momento... ¡Feliz Nochebuena!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Dos días para Navidad

A pesar de esta cuenta atrás, no tengo mucho espíritu navideño. Hoy esta sensación está incrementada porque he pasado una noche toledana, y es que ya era raro que este año no me pusiese mala en estas fechas. Noche de tiritona, dolor de cabeza, frio, calor y fiebre. Desde que me levanté poco he hecho, me duele el cuerpo y apesar de los ibuprofenos, todavía me encuentro regular. Justo hoy, que es el audiovisual del grupo de Flickr "Fotógrafos de Valladolid", en el que participo con tres fotos. Quizás con una ducha y otro ibuprofeno me encuentre mejor y pueda ir, ¡es dentro de una hora!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

martes, 21 de diciembre de 2010

Cuatro días para Navidad
















En esta cuenta atrás no podían faltar mis pequeños compañeros, aunque en esta ocasión son un préstamo de mi sobrino mayor.

Y para acompañar, un villancico de Gloria Fuertes:

¡Ya está bien!
¡Ya está bien,
que se nos va a helar!
¡Tanto adorar al chaval
y nadie tiene cojones
de darle sus pantalones,
sus sayas
o su morral!

¡Tanta mirra
y tanto incienso,
y él desnudito entre el pienso!

Pienso…
Pienso que nadie le quiere:
su tiritera me hiere
en esta noche tan puta.

¡Muchachos, traed viruta,
que vamos a hacer una hoguera,
antes de que se nos muera
de frío la salvación!

jueves, 16 de diciembre de 2010

365 aniversario del nacimiento de Jane Austen













Tiene que saberlo. Tiene que saber que todo lo he hecho por usted. Es usted demasiado buena para jugar conmigo. Su conversación de anoche con mi tía me ha hecho recobrar la esperanza que ya creía tener totalmente perdida. Si sus sentimientos siguen siendo los mismos, dígamelo. Mi afecto y mis deseos no han cambiado, pero una sola palabra suya me silenciará para siempre. Sin embargo, si sus sentimientos han cambiado, debo decirle que ha embrujado usted mi cuerpo y mi alma y que la amo, la amo y la amo y que ya nada podrá separarme de usted.

(Orgullo y prejuicio)

Aquí mi pequeño homenaje a Jane Austen, que como se pudo ver en un post anterior que la dediqué, me gusta y quería hacer algo especial.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Reencuentro



















Desde que hice la mudanza no había vuelto a ir, y eso que cada poco tiempo me salía algún plan allí, pero no era capaz. ¿Me había marcado tanto mi etapa allí como para no volver?, eso no era posible, aunque estaba claro que me estaba costando regresar.

Y llegó el momento, podía haber sido por cualquier otro evento, pero una cena en casa de una de mis amigas para juntarnos casi todo el grupo ha sido suficiente para animarme, y no me arrepiento. El plan no salió como estaba programado ya que al final fui la única que se desplazó para asistir y eso incrementó mis nervios, aunque no lo suficiente como para cancelarlo.

Con los billetes en la mano me planté en la estación. Sin volver a mirar el reloj pasé el control y esperé a que llegara el tren. No quise pensar, no quise sentir; me dediqué a mirar al infinito, a mirarlo todo, como para descubrir cosas nuevas. Todo igual, sin cambios aparentes, lo único distinto era yo.

El viaje fue tranquilo, sin poder dormir por la expectación. Llegué a Madrid. Pisar Chamartín fue extraño, la vista de las cuatro torres, un lugar habitual en mis fines de semana que ahora ya no era igual, algo dentro de mi lo hacía diferente. Y así estuve todo el fin de semana. Aunque el reencuentro más esperado fue con el metro. Pensarás que menuda tontería, pero para mi era la prueba de fuego. Podía estar en Madrid, había superado el viaje, pero... ¿cómo me sentiría al volver a montar en metro? No lo pensé mucho, compré el billete y todo surgió de forma automática: ahora torniquetes, después bajar por las escaleras de siempre, esperar en determinado sitio del andén y ver llegar el tren. Ufff, un sietemil, me gustaban esos trenes. Lo miré todo con los ojos bien grandes, como una niña pequeña. Pero aún quedaba otro paso mayor: coger la línea 4, la marrón, un tresmil... respirar, expirar.

Coche 3555, rápidamente me vino a la cabeza que el tren estaba compuesto por los coches 3551-3553-3555-3556. Empecé a buscar detalles, miraba arriba y abajo, ventanas, asientos, armarios, extintores, pegatinas... Todo igual, pero yo tan diferente. Viejo amigo, nos hemos reencontrado y ha sido bonito. Prometo repetir.

Por cierto, la cena estaba exquisita.