Hoy quiero traer a mi memoria y a éstas líneas a personas que han pasado por mi vida y de alguna manera u otra me marcaron. A cada una de ellas les doy las gracias porque me enseñaron a valorar diferentes cosas en la vida, a aprender lecciones y hacer mis propias valoraciones.
Aunque en su momento doliese, fastidiase y se rompiese la amistad, algo queda, un cariño y unas experiencias. Gente que me ha enseñado que sólo merece la pena tener amigas que te aporten cosas positivas. Aquellas personas que te ponen de mal humor un día si y otro también, que te empapan de su negatividad hay que mantenerlas lejos. Lo mismo con los que no te aportan nada, no sirven de nada, no te enseñan nada, no te llenan como persona.
Desde aquí mi pequeño homenaje a mis amigos/as que hoy en día me siguen aportando y enseñando. Con todo mi cariño.
Cuando lloro
Siempre hay alguien para compartir mis lágrimas
Cuando río
Siempre hay alguien para compartir mi alegría
Cuando necesito un refugio
Siempre hay alguien para acogerme
Cuando estoy cayéndome
Siempre hay alguien para levantarme
Cuando todo se derrumba alrededor de mí
Siempre hay alguien para ayudarme y para confortarme
Cuando dudo
Siempre hay alguien para escucharme
Cuando me duermo
Siempre hay alguien para compartir mis sueños
Cuando no estoy bien
Siempre hay alguien para mimarme en sus brazos
Cuando necesito cariño
Siempre hay alguien para dármelo
Cuando quiero vaciar mi caja de secretos
Siempre hay alguien para abrirme la suya
Incluso cuando discutimos
Siempre hay algo para conciliarnos
Eso es lo que llamo la amistad
Amistad que es la confianza y la complicidad
Que junta amigos para siempre.
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