Compras navideñas (Madrid)

Sin darme cuenta diciembre ha llegado, las luces de las calles ya están encendidas y el espíritu navideño se cuela en nuestros hogares. Eso y las compras navideñas, que no pueden faltar.

Aprovechando que estoy en Madrid he decidido visitar pequeñas tiendecitas con encanto para comprar mis regalos de este año. Y me gustaría compartir mis descubrimientos por si os hacen falta ideas.

Con el frío que hace todo Madrid sale a la calle en coche así que mi primera recomendación es ¡usa el metro! No quiero hacer publicidad de esos trenes que “vuelan”, pero es la mejor opción para moverse por la ciudad.

Empecé mi recorrido compril por Malasaña, exactamente en Moskitas Muertas, en el número 30 de la Corredera Alta de San Pablo. A pesar de ser una tienda pequeñita me costó decidirme por algo porque todo es fantástico. Al final me decanté por un broche monísimo muy bien de precio.





















A continuación fui hasta la Plaza de San Ildefonso 3, a la tienda de regalos Nest donde me volví loca con tanto adorno navideño. Una tienda encantadora donde me trataron muy bien. Allí caí en la tentación y me compré algo para mí: una diadema-tocado que me puse en el momento que salí de la tienda, no pude esperar...




















Y de allí dando un paseo al barrio de Chueca para entrar en una maravillosa tienda de delicatessen, Plaisir Gourmet, situada en la calle Gravina 1. Una vez allí déjate envolver por delicias de todo el mundo. Me fascinó su completa carta de aguas. Y como a todos nos gusta disfrutar de la comida encontré una mostaza francesa al cava que dará un toque único a los platos.




















Seguí paseando hasta la calle Hortaleza donde me enconté con Cocoa en el número 28, ¡menudo descubrimiento!. Sus vestidos me sorprendieron gratamente, destacan por su sencillez y elegancia. Bolsos de todo tipo y tocados para enloquecer. Y para más sorpresa durante el mes de diciembre tienen descuentos especiales. No dudé en comprar un collar para el amigo invisible de la familia, ¡le va a encantar!.

(Perdón, pero no tengo foto)

Pasé a la calle Fuencarral, donde no pude dejar de entrar en Lush (Fuencarral 64) para comprar unas bombas de baño para mis sobrinos, y de paso para mi. Mil colores y olores ponen una sonrisa en todos los que allí entran.















Y en el número 27 de la misma calle más sonrisas, esta vez a cargo de Oomuombo, una tienda como ellos dicen de dulces para niños grandes. Mi pasión, los chocolates de allí.





















Con el frío madrileño no pude resistirme a entrar en Starbucks, en el número 43. Por fín hice realidad uno de mis caprichos, comprarme un vaso termo para poder llevar el café o bebidas calientes. Aproveché para que me lo rellenasen con un caramel macchiato que me supo a gloria y me hizo entrar en calor antes de irme a casa.



Otro día más.